Muchas calorías ingeridas rápidamente, y que no puedan ser utilizadas totalmente, hacen que el sobrante se almacene como grasa; horas después, durante las cuáles posiblemente no se haya ingerido ningún alimento, una porción de la grasa se convierte en energía para cubrir la necesidad orgánica de la misma, pero necesita determinada proteína del músculo para conseguirla y, en consecuencia, parte de la masa muscular se va y parte de la grasa se queda. Este proceso, repetido, puede ser el comienzo o la agravación de cualquier exceso de peso.
Comentarios recientes