Los errores que te llevan a coger los kilos perdidos

La decisión de iniciar una dieta de alimentación, con el fin de perder peso, supone un momento importante. Esto requiere un esfuerzo mantenido, momentos difíciles y tentaciones peligrosas.

Se dice que la mitad del esfuerzo se hace durante los meses que se sigue la dieta y la otra mitad después, una vez que se ha alcanzado la meta, para mantener la pérdida de peso lograda.

Recuperar los kilos que tanto ha costado eliminar puede suponer una gran decepción, por ello te contamos los errores que conducen a coger los kilos perdidos.

Elegir “dietas milagro”, poco saludables y no equilibradas en nutrientes

Estas «dietas milagro» prometen grandes pérdidas de peso en un periodo de tiempo muy corto a costa de suprimir ciertos grupos de alimentos. Esto provoca estrés metabólico para el organismo y una vez que se dejan, la recuperación del peso es inmediata e incluso superior. Las dietas hipocalóricas y las hiperproteicas exageradas, al consumir muy pocas calorías o faltar energía en la dieta, el organismo va adaptando su gasto energético al consumo que hace. Al dejar de hacer dichas dietas, se recupera el peso porque empieza a consumir más calorías y sigue gastando muy poco. No hay milagros, cuanto más rápida es la pérdida más rápida es la recuperación.

Hacer la “dieta de un amigo”

Comenzar una dieta no personalizada, que no se ajuste a las necesidades personales y sin supervisión de un profesional puede llevar a que se pierda no sólo tejido graso, sino también masa muscular, disminuyendo el gasto energético en reposo y, por tanto, aumentando la dificultad para perder peso.

Pasar mucha hambre en dietas excesivamente bajas en calorías

Esta sensación de hambre no sólo lleva a que las personas abandonen con facilidad la dieta, sino que favorece que el organismo se ajuste metabólicamente a las pocas calorías que recibe, ocasionando así, una reducción en las calorías que gasta.

Una vez que se deja la dieta, la recuperación del peso es inmediata e incluso superior.

No corregir los errores en la alimentación

En la mayoría de dietas de moda, no se enseña a adquirir buenos hábitos en alimentación. Si bien es cierto que muchas veces este tipo de dietas pueden hacer que se pierda peso al principio, cuando se dejan, se vuelve a la forma de alimentación inicial, retomando los errores que te hicieron ganar peso y, por consiguiente, recuperar los kilos perdidos.

La dieta, bajo ningún concepto, debe afectar negativamente a nuestro estado de salud, por lo que es importantísimo detectar los errores alimenticios para tratar de evitarlos:

• Ausencia de desayuno o desayuno escaso
• Amplio intervalo de tiempo entre una comida y la siguiente
• Exceso de un solo nutriente en las comidas.
• Excluir sistemáticamente ciertos alimentos fundamentales.
• Picoteos desproporcionados en cantidad o calidad.
• Comer muy deprisa.
• No beber suficiente agua.
• No tomar la cantidad de fibra adecuada.

Si cuando se sigue la dieta se evitan estos errores, pero cuando se deja la dieta se vuelven a cometer, se recuperará el peso perdido; ten en cuenta que la obesidad es una enfermedad crónica que precisa de un seguimiento continuado. Para ello, hay que elegir una dieta que sea adecuada a nuestras necesidades, equilibrada y saludable. Los puntos básicos que debemos “exigir a una dieta correcta” son:

• Contener todos los nutrientes necesarios.
• Cantidad suficiente y proporcional a las necesidades de cada persona.
• Equilibrio en su composición: que no se exceda en grasa, azúcares,…
• Homogénea o que exista un equilibrio en cada ingesta.
• Isocronía diaria (distribución horaria de las comidas).
• Aporte suficiente de agua.
• Ingesta adecuada de fibra.
• Seguridad e inocuidad del alimento.
• Sencillez de elaboración.
• Atractivo psico-emocional, que evite la rutina.
• Congruente con la persona y sus circunstancias.
• Fomentar el cambio de hábitos, pilar fundamental.

Tras realizar una dieta saludable es crucial volver, de forma paulatina, a una alimentación convencional, manteniendo el punto de equilibrio en nutrientes. Para ello es importante pasar por una fase intermedia de mantenimento, ya que cuanto más tiempo se mantenga el peso obtenido, más fácil será para el organismo seguir con el nuevo peso adquirido.

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