Alimentos funcionales, qué son y qué beneficios aportan

Como la propia naturaleza del término parece indicar, y por resumirlo de una manera muy sencilla, los alimentos funcionales son aquellos que cumplen una función y que tienen un efecto positivo sobre la salud, más allá de la propia nutrición. Están elaborados atendiendo a una fórmula para cubrir todas las necesidades o carencias diarias a través de su consumo.

En este artículo vamos a contarte qué son los alimentos funcionales, cómo actúan, cuáles son sus beneficios y vamos a ver diferentes ejemplos de alimentos que pueden ayudarte a mantener una buena salud.

¿Qué son los alimentos funcionales?

Los alimentos funcionales son aquellos alimentos elaborados no únicamente pensando en sus características nutricionales, sino para que cumplan funciones específicas relacionadas con la mejora de la salud y la reducción del riesgo de contraer enfermedades. Es decir, son alimentos que en su composición incluyen compuestos biológicos que mejoran algunas de las funciones del organismo y nos ayudan a sentirnos mejor.

Este tipo de alimentos está especialmente indicado para personas con necesidades nutricionales específicas, como puedan ser personas que presenten intolerancias a determinados alimentos, personas en riesgo de padecer determinadas enfermedades, ya sean cardiovasculares o gastrointestinales, y personas de avanzada edad.

Para que los alimentos funcionales puedan, efectivamente, aportar estos beneficios al organismo, se les agregan componentes como vitaminas, minerales, ácidos grasos o fibra alimentaria. Cuando la proporción de dichos componentes es superior a la del contenido natural  del alimento, puede considerarse un alimento funcional.

Beneficios de los alimentos funcionales

Ya sabemos que los alimentos funcionales son aquellos que, además de cumplir una función nutricional básica, pueden servirle a nuestro cuerpo para más cosas, pero, ¿cuáles son sus beneficios?

• Sobre el tracto gastrointestinal. Para empezar, podríamos hablar de que pueden ayudar a mejorar la función gastrointestinal, aquella asociada a la microbiota bacteriana en el colón (mal llamada flora intestinal). Pueden mediar en la actividad endocrina del tracto digestivo y actuar sobre su actividad inmune, además de ayudar a controlar la duración del tránsito intestinal.
• Sobre el sistema cardiovascular: Pueden contribuir a reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
• Defensa contra el estrés oxidativo: Los alimentos funcionales también pueden presentar función antioxidante, importante para las células y tejidos de nuestro organismo, pudiendo impedir la aparición de diversas enfermedades. Como ya tratamos en nuestro blog, los alimentos antioxidantes pueden ser muy beneficiosos para el organismo.
• Sobre el colesterol y la glucosa: Pueden ayudar a regular el colesterol y los niveles de glucosa, y, al mismo tiempo, pueden influir sobre el metabolismo de macronutrientes, como carbohidratos, aminoácidos y ácidos grasos.
• Funciones psicológicas: los alimentos funcionales también pueden ayudar a modificar el estado anímico, el estrés y la salud emocional, aspectos vitales para mantener un bienestar y una salud adecuadas.
• Embarazo: En mujeres embarazadas, los alimentos funcionales pueden aportar vitaminas, cromo, ácido fólico, minerales, hierro, yodo y ácido fólico, entre otros componentes, que pueden ayudar a prevenir problemas como las infecciones urinarias o el estreñimiento, frecuentes durante el embarazo.

Clasificación de alimentos funcionales

Podemos distinguir varios tipos de alimentos funcionales; de gran densidad nutricional, probióticos, prebióticos y simbióticos, teniendo todos ellos unos beneficios para el organismo al ser consumidos de manera habitual.

• Gran densidad nutricional. Aportan muchos nutrientes esenciales para asegurarte una buena nutrición. 
• Probióticos. Los probióticos son microorganismos vivos que, en las cantidades adecuadas, aportan beneficios a la salud del organismo, mejorando las propiedades de la microbiota intestinal.
• Prebióticos. Los prebióticos, en cambio, son sustancias no digeribles, que aportan efectos fisiológicos positivos, estimulando el crecimiento de bacterias beneficiosas y reduciendo la presencia de bacterias nocivas. Sacian, retrasan el vaciamiento gástrico, mejoran los niveles de glucosa y ayudan a disminuir el colesterol.
• Simbióticos. Por último, los simbióticos son una combinación de probióticos y prebióticos, lo que consigue aprovechar los beneficios aportados por ambos.

Ejemplos de alimentos funcionales

Un alimento funcional puede obtenerse de manera natural o a través de la modificación de su composición, ya sea añadiendo o suprimiendo alguno de sus componentes mediante medios tecnológicos o biológicos.

Entre los alimentos funcionales naturales más comunes encontramos;

• Alimentos ricos en fibra soluble, como la avena, relacionados con la prevención de enfermedades coronarias.
• Frutas y verduras, cuyo consumo diario puede afectar positivamente reduciendo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, el tomate presenta un alto contenido en licopeno, que ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata o infarto.
• Aceite de oliva, cuya ingesta puede reducir el riesgo de enfermedades coronarias, hipertensión arterial u otras enfermedades, gracias a sus ácidos omega 9 y a sus propiedades antioxidantes.
• Pescado azul, ya que contiene ácidos omega 3, con efectos beneficiosos demostrados para la salud cardiovascular.
• Té. En sus variedades negro, verde y rojo contiene catequinas y polifenoles naturales que ayudan a reducir el desarrollo de enfermedades coronarias.

Si hablamos de alimentos funcionales procesados o modificados, es decir, aquellos que durante su procesado se ha realizado alguna operación para agregar, sustituir o eliminar componentes, podemos encontrar;

• Huevos, enriquecidos con ácidos grasos esenciales omega 3, que ayudan a reducir el riesgo de sufrir afecciones cardíacas.
• Leche baja en grasa, enriquecida con calcio y vitamina D, cuyo consumo puede disminuir el riesgo de desarrollar osteoporosis. También existen en el mercado leches enriquecidas con omega 3.
• Yogures y productos lácteos fermentados con cultivos probióticos, que facilitan la digestión.
• Cereales con ácido fólico, fibra y minerales, que ayudan a reducir el riesgo de cáncer de colon y mejorar la calidad de la microbiota intestinal (mal llamada flora intestinal), al mismo tiempo que facilitan el transporte de oxígeno por la sangre.
• Margarinas con fitoesteroles que reducen los niveles de colesterol sanguíneo al mismo tiempo que disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Características de los alimentos funcionales

Un alimento funcional tiene 5 características fundamentales:

• Sus ingredientes son naturales, aunque en cantidad superior o normal pueden ser utilizados diariamente
• Disminuye el riesgo de sufrir enfermedades.
• Sus efectos se han demostrado científicamente.
• Son alimentos adaptados a las necesidades de la población (embarazadas, seniors, lactantes, deportistas…)
• Siguen el marco de la legislación de la Unión Europea.
• Sus efectos o beneficios están regulados y aceptados por dicha legislación.

NutriCare lleva desarrollando alimentos funcionales desde 1985 y se distingue por un producto de alta calidad nutricional, y por la excelencia de su servicio personalizado, a través de sus Asesores formados por el Equipo Médico de la Compañía.