Creen ser autosuficientes y dicen saberlo todo: NUESTROS ADOLESCENTES, conozcámosles más de cerca para entenderlos.
LA ADOLESCENCIA
El periodo comprendido entre los 9 y los 18 años supone la transición de la infancia a la edad adulta, por lo que nos atrevemos a decir que es la etapa más trascendente para la persona, ya que es cuando se forja el futuro personal.
En esta etapa se experimenta un aluvión de sensaciones, cambios y comportamientos distintivos: maduración sexual, capacidad reproductora, cambio físico corporal y modulación conductual y psicológica.
CRECIMIENTO
Entre los cambios físicos más evidentes está el crecimiento, que no es algo uniforme sino que varía según niños/as y según edades. Los factores que intervienen son:
– Potencial genético: la herencia de sus padres, abuelos,…
– Calidad nutricional: favorece el aumento de talla dentro de los límites impuestos por la genética.
«Podemos conseguir naranjas más grandes pero nunca convertir a éstas en melones»
El «pico de crecimiento» más notable se produce en los dos primeros años del inicio adolescente y continúa, con menor intensidad, en los 3-4 años siguientes.
– Hombres: incremento de 14 cm aprox. en un proceso más lento pero de mayor duración.
– Mujeres: incremento de 11 cm aprox. en un proceso más rápido pero de menor duración.
NUTRICIÓN vs CRECIMIENTO
La ingesta de calorías en hombres y mujeres adolescentes es muy distinta. De manera generalizada, algunas jóvenes suelen centrarse en la disminución del peso, sea o no necesario, escogiendo alimentos equivocados en su alimentación habitual y los chicos, ingieren más calorías de las que precisan aumentando su volumen corporal.
Durante la juventud debe predominar la alimentación ácida sobre la alcalina, es decir, que predominen alimentos ácidos, en su gran mayoría de origen animal, como carnes, pescados, huevos, aves y cereales. Los alimentos alcalinos son todos de origen vegetal excepto los lácteos. La razón de esta proporción se debe a que la hormona de crecimiento actúa de manera más eficaz en el medio ácido.
Para adelgazar siempre se está a tiempo, cosa que no sucede con la estatura cuyo incremento se produce en un tiempo determinado: hacia los 11-13 años en niñas, con la aparición de la primera regla y hasta los 16-17 años para los niños.
NECESIDADES NUTRICIONALES
Proteínas: es buena práctica acompañar la comida con un vaso de leche, ya que es recomendable que beban un litro de leche al día. La leche es un alimento que aporta proteínas de alta calidad y que satisfacen las necesidades del adolescente. En los casos de sobrepeso, se puede optar por la leche desnatada, pues la calidad de la proteína se mantiene.
Un dato a tener en cuenta, es que con más proteína en la dieta debe añadirse más agua.
Hidratos de Carbono: consumir frutas, verduras y legumbres.
Grasas: consumir el 30-35% de las calorías totales.
Minerales: durante el periodo de crecimiento, la persona debe consumir el doble* de los llamados minerales de la adolescencia (calcio, hierro, cinc).
– Calcio: para la formación y mineralización del hueso. En la etapa adolescente es crucial este mineral ya que se produce el «pico óseo», de especial importancia en la mujer, por poder prevenir la osteoporosis o atenuar la misma.
– Hierro: el aumento de masa muscular lleva consigo el aumento del caudal sanguíneo y con él, la necesidad de hierro en hombres. En mujeres, la menstruación provoca mayor pérdida de hierro y aumento de la necesidad del mismo. La escasez de este mineral afecta a la cantidad de defensas del organismo y a la memoria.
– Cinc: sus necesidades son muy elevadas en los picos de crecimiento, estando relacionado con la maduración física, sexual y mental. Parece también relacionarse su deficiencia con la aparición de acné.
Es importante vigilar la alimentación de los hijos para que tengan un peso adecuado, ya que un niño/adolescente «gordito» puede desarrollar conflictos o complejos conductuales de por vida, además de condicionarle hacia una obesidad futura.
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(*) El doble de la cantidad diaria recomendada para un adulto.
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