Hábitos alimentarios

IMPACTO DE LOS NUEVOS HÁBITOS ALIMENTARIOS EN LA SALUD

En la actualidad estamos viviendo una época de grandes cambios (sociales, tecnológicos, demográficos, con nuevos estilos de vida, nuevos alimentos,…). Todas estas variaciones van a influir en los hábitos alimentarios de la población e impactar de forma significativa en su estado nutricional.

En este sentido, los últimos estudios reflejan que la Sociedad Española actual se enfrenta a tres problemas importantes, relacionados con la alimentación:

• Exceso de divulgación sobre temas de nutrición y salud, a través de fuentes de dudosa procedencia, que transmiten información desconcertante y poco fiable.
• Sobrealimentación, directamente relacionada con las enfermedades que constituyen el Síndrome Metabólico (obesidad, hipercolesterolemia, intolerancia hidrocarbonada, hipertensión arterial, alteraciones cardiovasculares…)
• Gran desconocimiento de cómo alimentarse de una forma adecuada. Hay que recordar que una dieta elevada en calorías no significa que aporte los nutrientes necesarios: una persona puede estar obesa y malnutrida a la vez.

Una parte de la población (sobre todo los estudiantes) sigue sin conocer la importancia de desayunar de forma correcta todos los días. Existen trabajos de investigación que demuestran que el hecho de no desayunar, aumenta el porcentaje de obesidad.

Entre los adolescentes y las personas jóvenes, las carencias nutricionales más frecuentes son la ingesta baja de hierro (que puede producir anemia), de calcio (mineral fundamental para tener un hueso sano) y dezinc (necesario para el buen funcionamiento del sistema inmune y para el desarrollo intelectual, entre otras muchas funciones).

En la edad adulta (a partir de los 50), debido a los cambios fisiológicos que se van produciendo con el paso de los años, se aconseja.

• Disminuir el aporte energético.
• Mayor control de la ingesta de azúcares simples y ácidos grasos saturados.
• Aumentar la ingesta de proteínas de calidad (para combatir la sarcopenia y la inmunosenescencia).
• Aumentar la ingesta de calcio, zinc, ácido fólico, vitaminas B6, B12, C y D.
• Mayor control de la ingesta de líquidos, para evitar la deshidratación.

Como conclusión, es importante tener presente los 4 pilares fundamentales para conseguir una correcta alimentación y evitar el sobrepeso:

• Hacer un desayuno completo, ya que no hacerlo supone un factor de riesgo para desarrollar obesidad.
• Realizar 5 ingestas adecuadas al día, ya que están relacionadas con un peso adecuado.
• Mantener una hidratación correcta, ya que mejora el rendimiento intelectual y laboral.
• Y si has llegado a los 50, ten en cuenta que a partir de esta edad se ganan 3 kilos de grasa por década.

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Dra. Nieves Palacios Gil de Antuñano. Adjunta Dirección Médica.