Deseo por el dulce y por el chocolate

Son muchas las personas que, ante la pregunta de si son más de dulce o de salado, se decantan por el dulce. Muchos de ellos no dudan en afirmar que, concretamente, lo hacen por el chocolate. Lo cierto es que podemos ver este deseo por el dulce en muchas cafeterías y hogares españoles. Es frecuente que este tipo de alimentos formen parte de su día a día como oferta o parte de sus desayunos. Entre otros muchos ejemplos posibles, son habituales: la leche con cacao en polvo y galletas o cereales, el café solo/con leche con bollería, el café con tostada de mantequilla y mermelada o incluso los clásicos churros con chocolate. Y es que, sin duda, ¡resulta muy complicado decirle que no a unos deliciosos churros con chocolate!

En este post os hablaremos sobre la gran variedad existente de productos dulces en los lineales de supermercados. Además, expondremos los motivos por los cuales se produce este deseo por el dulce.

ALIMENTOS DULCES: UN MERCADO EN CRECIMIENTO

Cada vez es más frecuente caminar por la calle y encontrarte pastelerías que tratan de atraerte ofreciendo en sus escaparates sus diferentes productos (croissants, palmeras, tartas, bizcochos…). Es difícil, en muchas ocasiones, que no acabemos entrando y comprando alguno de ellos. Algo similar ocurre en los supermercados. La industria alimentaria viene creando en los últimos años infinidad de productos dulces, con multitud de variantes, que ocupan varios de sus lineales.

Por ejemplo, analicemos la sección de las galletas. Encontramos las María clásicas, las María integrales, las María sin azúcares añadidos, las María sin gluten, las de avena o espelta, las ricas en fibra, las que tienen cobertura o pepitas de chocolate, las rellenas (con chocolate, con limón…), las que tienen diferentes formas o figuras de personajes conocidos (atrayendo especialmente a la población infantil). Si ocupan tanto espacio en las tiendas es porque son aceptadas, demandadas y compradas por gran parte de los consumidores.

Con el chocolate ocurre algo similar. La industria alimentaria del chocolate está sacando al mercado nuevas variedades. El fin es agradar a todo tipo de consumidores: aquellos con menor porcentaje de cacao (para los que les gusta más dulce), aquellos con mayor porcentaje de materia prima de cacao (para los que les gusta un sabor más amargo), chocolates con leche, chocolates con frutos secos, chocolates sin azúcares añadidos endulzados con edulcorantes, chocolate blanco, chocolate con diferentes sabores (con frutas confitadas, menta…).

Si deseas ampliar información sobre el chocolate (origen, composición y propiedades…), te invitamos a leer nuestro post “Chocolate: un alimento típico en nuestras despensas”.

RIESGOS DEL CONSUMO ELEVADO DE AZÚCARES AÑADIDOS

Cabe mencionar que, cada vez de forma más clara y con más estudios, la evidencia científica muestra que aquellas personas que consumen con frecuencia alimentos y bebidas con un contenido elevado de azúcares (golosinas, chocolates con bajo contenido de cacao, helados, bebidas refrescantes…) presentan un riesgo mayor de aumentar de peso y de sufrir enfermedades cardiovasculares que personas que no toman estos productos.

Sin embargo, a la hora de tener estos datos en cuenta, hemos de diferenciar dos conceptos. Los azúcares naturalmente presentes en los alimentos (como la fructosa en el caso de frutas y verduras o la lactosa en el caso de lácteos y derivados) los azúcares añadidos de manera artificial.

¿POR QUÉ SE PRODUCE ESTE DESEO POR EL DULCE?

Situaciones de hipoglucemia

Nuestro organismo utiliza la glucosa como principal combustible energético para poder desempeñar sus funciones del día a día. En algunos momentos, especialmente en aquellas personas que no están acostumbradas a realizar alguna ingesta entre horas, nuestro cuerpo puede sufrir una bajada de los niveles de glucosa sanguíneos. A esta situación se la denomina hipoglucemia. Ante este contexto, el organismo (concretamente el cerebro) genera una señal indicando que requiere de esta glucosa para reponer energía y seguir funcionando correctamente. Esto provoca esa necesidad de ingerir alimentos que contengan un elevado contenido glucémico.

Sin embargo, como hemos visto, es importante que ante ese deseo por el dulce, el aporte de glucosa provenga de alimentos que contengan azúcares naturalmente presentes como las frutas o verduras. Dejaremos de lado otros alimentos como caramelos, pasteles, … que sí contengan azúcares añadidos de manera artificial.

Estrés o ansiedad

Ante una situación de estrés o ansiedad, para mantenernos “alerta”, nuestro cerebro aumenta la liberación de cortisol. Esta es la conocida popularmente como “hormona del estrés”. El problema reside cuando esta situación se alarga en el tiempo. Nuestro organismo consume gran cantidad de energía, necesitando por ello mayor cantidad de glucosa para continuar funcionando adecuadamente.

Dietas muy estrictas o restrictivas

En muchas ocasiones, llevar a cabo planes alimenticios muy estrictos, además de dificultar su seguimiento, hacen que la persona acabe cansándose de ellos, dejándolos de seguir e incluso retomando costumbres alimenticias poco saludables. Entre estas costumbres inadecuadas está el consumo de alimentos o bebidas azucaradas.

Placer

La ingesta excesiva de azúcar también puede provocar un aumento de los niveles de dopamina cerebrales, hormona relacionada con el bienestar. Debido a este aumento, se genera una memoria de esta ingesta de azúcar al ser reconocida por nuestro organismo como algo placentero y gratificante, generando un círculo vicioso que hace que esta ingesta se vea continuamente repetida. Este hecho puede ser especialmente habitual en personas que estén pasando situaciones emocionales complejas, en cuyo caso la ingesta elevada de dulces tiene lugar como respuesta a dichas emociones.

Por otra parte, esta ingesta excesiva de azúcar puede conllevar graves problemas para nuestra salud. Se sabe que puede acarrear la aparición de diabetes, enfermedades cardiovasculares, sobrepeso y obesidad, afectación del sistema inmune…

Aburrimiento

Uno de los casos más frecuentes en los que también se recurre a alimentos dulces, es ante momentos de aburrimiento. En esta situación nuestro organismo no necesita dichos azúcares para continuar funcionando adecuadamente. Sólo los consumimos como forma de distraer la mente y como pasatiempo.

¿CÓMO PUEDE AYUDARTE NUTRICARE? 

NutriCare, dentro de su gran variedad de productos, cuenta con la gama postres. Ideales para tomar en esos momentos en los que aparece ese deseo por el dulce. Disponibles en dos sabores (crema sabor vainilla y mousse de chocolate). Son productos de una excelente composición nutricional. Ofrecen todas las vitaminas y minerales en una cantidad considerable, así como hidratos de carbono, fibra, grasa insaturada y proteína de elevado valor biológico.

Centrémonos en el chocolate. Además de la ya mencionada mousse, puedes encontrar otros productos a base de chocolate, de una gran densidad nutricional, que harán disfrutar a los amantes de este delicioso alimento: Batido de Chocolate (con proteína láctea), Batido de Soja sabor Chocolate (con proteína de soja para aquellos que no toleren la lactosa) y las NutriBarritas (excelente opción para matar el gusanillo por lo dulce en las entrehoras).

Además, recientemente hemos lanzado nuestra última “dulce novedad” que seguro hará las delicias de los amantes del dulce: el Brownie de Chocolate. Un alimento completo, con 13 vitaminas y 14 minerales, alto contenido en fibra y proteína y un delicioso e intenso sabor a chocolate, que tendrás listo en tan sólo 1 minuto.

Si estás interesado en incluir alguno de estos productos en tu alimentación diaria, contacta con tu Asesor NutriCare. Te diseñará un programa personalizado en el que se integren algunos de estos deliciosos productos a base de chocolate. Si no tienes contacto con un Asesor llámanos al 913588955 o rellena el siguiente formulario.